jueves, 13 de noviembre de 2014
Que todo es desechable y provisional.
Llega el día en el que te sorprendes a ti misma, y lo que antes te quitaba el sueño y sólo buscabas los por qués de las cosas, ahora te das cuentas que no tienen esa importancia brutal que le estabas dando y pasas a dejar de cuestionarte cosas y "aquello" simplemente se convierte en algo bonito. Y cuesta peque, claro que cuesta salir de esa rutina, porque siempre cuesta separarse de las cosas buenas, pero hay que pensar qué es lo mejor, puesto que llega un momento que necesitas ver dónde estás , mirar hacia dónde quieres ir y dejar atrás aquello que te atrasa. Y de repente te das cuenta de que eres capaz de eso y más, de que no te afecta tanto como pensabas. Y aprendes, aprendes mucho, aprendes lo que quieres seguir teniendo y lo que no quieres volver a tener nunca, ¿el inconveniente? Que te vuelves más selectiva. Pero no creo que sea malo dejar de conformarse con todo. Y finalmente me quedo con que "cualquier resta es una suma disfrazada de cero, una vuelta a cualquier sitio menos al lugar de que se partió".
viernes, 31 de octubre de 2014
Hace cuatro días.
Hoy es el cuarto día en el que ya no estamos juntos, yo aguardaba o aguardo, aún no lo sé, la esperanza de volver a estar con el, de que me diga que todo fue un error, que realmente no se puede separar de mi, que no puede dejar de verme...Que me diga simplemente de quedar. Estos últimos cuatro días no he sido consciente de que lo hemos dejado, pero hoy empiezo a ser consciente, justo en el momento que por la mañana a las 7 me levanto y no tengo ganas de ir a clase y lo primero que hago es hablarle, porque es viernes, viernes, viernes, y que he hecho yo durante un año cada viernes? Pues quedar con él, porque es ese día de la semana que tanto espero con ansias... Y ahora? Ahora qué? Qué demonios hago si solo quiero quedar con él hoy. Que no puedo creer que vayamos a perder esta relación, que ahora mismo cuando le hablo siento ese muro que nos separa, como que todo se ha roto y que hablamos por cortesía, pero que realmente me estoy haciendo daño por dentro, mucho daño, y es como una herida que escarbas y escarbas y cada vez es más profunda, y lo que era superficial, lo que creías que superarías rápido, se vuelve obsesivo, lento, desesperante. Si yo creo que la desesperación es lo que ahora mismo me define. Y que tu misma sabes que la mejor opción es alejarte porque esa relación no nos llevaba a nada, el problema es que nos damos cuenta tarde, cuando ya ha pasado un año, cuando los sentimientos, por lo menos los míos, están a flor de piel, cuando pasas del querer a la necesidad. Pero si la otra persona en vez de aumentar sus sentimientos, está estancando, pues peque, ahí no puedes hacer nada. Por mucho que luche, será en vano. Me encantaría tener un medidor de amor, ilusa puedes llamarme, pero de verdad yo creo que a veces necesitamos saber con certeza que siente la otra persona, y así saber hasta donde puedes estirar el hilo para que no se rompa. Pero claro, eso significa ser fría y calculadora, eso significaría tener que estar midiendo mis sentimientos, es decir, fracaso total.
lunes, 22 de septiembre de 2014
Que sino lo digo reviento.
A menudo nos empeñamos en complacer a todo el mundo (y si, esta frase se oye mucho), pero por más que la oigamos no sabemos ponerle remedio. En primer lugar está claro que a todos nos gusta caer bien y que tengan una buena opinión sobre uno, pero realmente cuando una persona intenta esto al final lo que hace es hundirse a si mismo, porque cuando una persona actúa así, se nota, y mucho. Todos hemos tenido alguna vez o visto a esa persona que en clase, en la oficina, en la televisión, etc. Intenta por todos los medios ser el más gracioso, el que consigue la risa fácil, el aplauso fácil... Pero realmente ¿es una actitud real? Yo creo que es un método que el ser humano en ciertas ocaciones lleva a cabo para no sentirse desplazado de la sociedad, el miedo a la soledad, a no ser comprendido... Todo esto le lleva a entrar en un bucle dominado por la frustración: no debo decir esto, no debo opinar sobre esto, no debo llevar esto... Y es que cuando nos planteamos el por qué sucede esto, todos echamos la culpa a la sociedad: "es que la sociedad tiene la culpa de todo esto" "es que si la sociedad no fuera así" ... Vamos a ver, es que, ¿TÚ acaso no eres parte de esta sociedad? Todo empieza en uno mismo, en tu vecino, en esa persona que está paseando ahora por la calle... Así que ¿por qué no? ¿Porque una persona no puede ser distinta que tú? Porque somos nosotros mismos los que rápidamente señalamos con el dedo y juzgamos con frases del tipo: "es que mira tú lo que piensa", "mira tú lo que lleva puesto", y esa misma persona luego ve a otra y dice "es que opina como todo el mundo, no tiene personalidad" "va vestida igual que todos". Nos contradecimos día a día. Que...¿Te quieres poner un tenis rosa con un vestido rojo? ¿Y por qué no? Me gustaría saber quién es la persona o grupo que decide que es lo que hay que ponerse y como. ¿Qué somos distintos a los demás? Pues mejor, si es que es ahí a donde voy, tu eres tú y tú decides lo que te pones, lo que opinas y lo que quieras.
Acaso, ¿somos robots?
domingo, 21 de septiembre de 2014
Y se vuelve crónico.
Ese típico día del mes en el que estás todo el día sin hacer prácticamente nada, de la cama al sillón y del sillón a la cama, mientras tu mente planea millo de planes por hacer, el problema está en que en todas esas ideas está incluido él, porque desde hace un tiempo ya solo piensas en él y todo lo quieres con él y si no lo haces con él estás deseando que llegue otro día para repetirlo pero con él. Porque él ha pasado a formar parte de tu vida y justo en el momento que ves como se separa de tu vida, por primera vez sientes el verdadero dolor y la desesperación en todo su esplendor. Es como si te estuvieran pegando en todo el cuerpo y tu cara es un mar de lágrimas, ya ni siquiera hablas, simplemente se te oye sollozar en la madrugada y si te acercas a la puerta de tu cuarto, esa puerta que ha pasado de estar abierta a estar cerrada, se te oirá llorar como nunca. Te darás pena de ti misma. Pero eso ya no te importará porque habrás perdido tu orgullo y sólo querrás verle, y no pensarás en las condiciones, te dará igual, te entregarás en alma y cuerpo porque sólo quieres que no te deje, porque piensas que si él no está no encontrarás a nadie que le supere, porque claro, ¿quién te va a hacer las cosquillas como las hace él? ¿Quien te sonreirá igual que él? ¿Quién? Si sólo quieres que sea él. Pero no te preocupes pequeña, algún día te darás cuenta que no está para ti es porque el destino te tiene guardado algo mejor. Pero te va a costar pequeña, te va a costar mucho y te vas a querer morir pero estará todo el mundo ahí apoyándote para que lo superes, aunque el consuelo de la gente para que mentirte peque, es como un analgésico, simplemente te ayuda a ratos pero quien tiene el antibiótico eres tú misma. Y te darás cuenta que a veces hay que tomar el antibiótico durante varios días para poder combatirlo, o incluso años, y por favor peque, cuando lo olvides, no recaigas porque entonces la enfermedad se vuelve crónica.
martes, 8 de octubre de 2013
Palabras de Sara.
Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día, y no nos damos cuenta de que es ella la tiene que encontrarnos. Y eso será donde menos te lo esperas; en el instituto, en el supermercado, o en mitad de una huida. Y cuándo llega descubres que ahí no acaba todo. Que el final de un camino, sólo es el principio de otro, y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado. Y esconderse es lo que menos te importa. Lo que te importa es que estás tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida, y ya sólo importa el hoy, el presente, y lo que queda por venir.Porque no se puede borrar lo que ya está escrito,y porque la vida es aquello que te sucede mientras tu tratas de hacer otra cosa.
domingo, 6 de octubre de 2013
Yo también quiero regalarte todo lo que te regala ella. Yo también quiero quererte como lo hace ella. Y siempre te querré. Seas mi amigo o seas quien sea. Porque desde que te conocí me gustas. Y sé que nunca nunca nunca te sacaré de mi cabeza. Lo sé, porque cuando me tocas convulsiono, porque con sólo una mirada se lo que sientes y lo que siento yo. Que por tu parte sea solamente atracción? Pues vale. Pero esta que esta aquí siente mucho más y sí, efectivamente, contigo parezco una niña chica, no me doy a valer, no espabilo. Pero es que dime como te voy a sacar de mi mente si cuando salimos bailamos a un centímetro de mi cara, si cuando te suelto un: cuidado a ver si te enamoras de mí, me dice que "eso ya esta hecho", que coño importa seas quien seas... Yo te quiero igual.
martes, 24 de septiembre de 2013
Ni puto caso.
Nunca te vas a ir de mi vida, nunca mi mente caprichosa te va a borrar de aquí. Porque en cada cacao de mi mente estás.
Y te das cuenta que por mucho que pasen los meses siempre seguirás siendo esa persona que me trató como a la mejor, que nunca me fallaste y esa persona a la que no supe valorar y nunca sabré. Porque siempre que me encuentro con un chico bueno, mi corazón lo ignora, y sin embargo, mi mente me los recuerda cada día. ¿Por qué? Porque sabe que era el correcto, porque sabe que era el que nunca me iba a fallar. He sido yo la que comete los errores.
Pero no podía hacer nada... Estaba completamente cegada de un chico que apenas me hacía caso, los llamados "amores platónicos", esos que nunca te dejan ver quién esta detrás de ellos, esos que ni comen ni dejan comer, esos que te ilusionan hasta las trancas para luego derramarte un jarro de agua fría con la realidad.
¿Y ahora qué? AHORA NO TE HACE NI PUTO CASO.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)