miércoles, 8 de mayo de 2013

Imposibilidad

Un roce, una acaricia provocan una sonrisa y sus correspondientes comeduras de cabeza. Deberían estar prohibidas las miradas, esas miradas chispeantes que hacen que piense todo el día en ti. Esas miradas que te hacen pensar que él puede sentir lo mismo que tú. Chicos, de verdad os lo digo, ¿ nos os dais cuenta de que si nos sonreis y nos mirais así caímos rendidas? Si no la vas a querer, NO LO HAGAS. Porque a ver, es simple, somos chicas netamente pensadoras, y sacamos conclusiones a todo y cuando digo todo, es todo. Una mirada cariñosa y ya nuestro cerebro nos está diciendo: legustaslegustas. Y tu le dices: que no... Y el cerebro te responde: entonces, ¿por qué te mira así? Y en ese preciso  momento aunque no te hayas dado cuenta, te encanta.
Luego, a las mujeres nos gusta torturarnos un poco. Puesto que, desde el instante en el que ese chico se vuelve imposible, zas, ya hemos caído en un hoyo interminable, del cuál saldrémos cuando toquemos fondo.





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